Fundar GenixMedia fue más fácil de decretar que iniciar, porque materializar un proyecto de vida es el mayor reto que puede tener un emprendedor. Llegar a la pista de despeje fuera de mi trabajo anterior implicó re descubrirme, pero “levantarle la nariz al avión” consistió en re entender al humano que vive dentro del profesional.
GenixMedia es el resultado de muchas etapas ganadas, tanto personales como profesionales porque vivir a la altura de nuestras creencias ha sido un viaje incómodo, el cual en varios momentos se ha caracterizado por el miedo y la vergüenza de suponer que uno no cuenta con lo suficiente para que las personas crean en este proyecto.
Crecer duele, sí. Créanme, perder el apellido de una organización y ganarse con trabajo un nombre es una labor de muchas horas de soledad, pero también de muchos ratos de sentirse incomprendido. Sin embargo, después de tanto tiempo frente al ordenador, sé que ha valido la pena seguir adelante sin importar lo imperfecto del terreno.
Mi gran motivación ha sido mi familia para hacer que las cosas sucedan. Su consolidación me ha permitido adquirir una nueva sensibilidad para comprender el momento que estamos atravesando cada uno de nosotros y de compartirla con quienes damos vida a esta compañía.
Mi principal descubrimiento con GenixMedia fue entender que no nos encontramos en una época de cambios, sino en un cambio de época, la cual está transformando la forma de pensar y actuar de la comunidad. Aquello que en el pasado fue aceptable o permisible, hoy carece de valor o sentido porque la mentalidad, las percepciones y las opiniones están cambiando de significado.
Los cambios de paradigmas están sucediendo en todas las direcciones y en diferentes frentes. Uno de ellos: El rol de las organizaciones en el entorno social, esto se debe principalmente porque las personas están más involucradas en conocer qué existe detrás de sus acciones, cuáles son las implicaciones de las decisiones u omisiones dentro de su actividad económica, pero principalmente cuál es la sensibilidad que tienen para afrontar la adversidad.
Fue esto lo que nos hizo darnos cuenta que nuestro trabajo como Oficina estratégica de comunicación consiste en escuchar a las personas para conocer qué es importante y comprender porqué tiene un valor en su vida. Escuchar ha sido una inversión, la cual desarrolló en nosotros la habilidad de identificarnos y entender cuáles son las preocupaciones, así como las motivaciones de los demás. En otras palabras: Ser empáticos.
Nuestro trabajo conlleva una gran responsabilidad porque somos los co - constructores de los puentes de quienes representamos para que las personas se encuentren en un terreno común para descubrir sus coincidencias sobre aquello que es importante, pero aún más importante somos corresponsables de colocar los barandales para generar confianza y seguridad de quienes desean cruzarlos.
El gran reto de nuestro trabajo, está más allá de las estratégicas, las iniciativas, la creatividad o los contenidos, sino en como las relaciones y las acciones de quienes representamos dejan ver las causas que existen detrás de ellos y éstas se vuelvan tan significativas, que las personas se apropien del valor que simbolizan.
Hemos dejado de realizar esfuerzos para que las personas, los trabajos, las empresas y los gobiernos sean vistos como algo que puede o no ser real y nos hemos enfocado en dejar ver el corazón - la esencia de las organizaciones para mostrar un interés genuino por crear un sentimiento de pertenencia con la comunidad.
Nuestro mayor aprendizaje como compañía es dejar que nuestras acciones hablen por nosotros y que las historias esparcidas enciendan una emoción lo suficientemente poderosa para crear una conexión.
Este camino que inicié en el estudio de mi casa, hoy lo realizo acompañado de un equipo de consultores de comunicación que estamos convencidos que cualquier cosa que queramos en la vida, primero debemos de estar dispuestos a hacerlo por los demás y creemos - como resultado de esta actitud - que somos capaces de dejar un mundo mejor que cuando llegamos.
Este viaje aún tiene muchas etapas por ganar.
Nos estamos viendo.
Andrés Lezama
Fundador y Director General
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